Hoy, además de la gaita, también sonó el violín en el Fogar de Breogán y sonó hasta que no hubo música, hasta que estuvo en los huesos
¡Qué placer cortar rincones de una historia como esta!
Si las piedras hablaran, contarían la historia de un lugar hermoso que pasó por una pandemia, un incendio, y un montón de aventuras. Y voltou a lo mejor con más fuerza!
Visitanos y vive una experiencia única.